Calor, mucho calor en la terraza de Antonio. La temperatura a última hora de la tarde era de más de 40º, una pasada. Así que, pese a la insistencia de Ana que se empeñaba en salirse a la terraza con la justificación de "no se está tan mal..." decidimos cenar con aire acondicionado y posponer la partida hasta que el sol se hubiera ido y el aire empezase a correr.
Una vez la temperatura se normalizó alrededor de los 30º salimos a la terracita y dispusimos el tablero del Catán 3D al azar, como mandan los cánones. En esta ocasión coincidieron varios puertos con sus respectivos terrenos, lo que suponía una estrategia de colocación clara desde un principio.
No haré más comentarios al respecto de lo mal que se ven los números, las carreteras que no se ven, etc, etc... No hay manera, siempre acabamos jugando a este. Hombre, es chulo y todo eso, pero no lo trago, vaya.
Siempre jugamos a la ampliación de Ciudades y Caballeros, pero también con reglas caseras. No podemos cambiar recursos por cartas de mercancía (monedas, papel o tela) con lo que hacer una Catedral es misión imposible. Yo no lo entiendo, pero mis colegas se empeñan en jugar así, ¡Qué le vamos a hacer!!
Como novedad decir que introdujimos una variante casera llamada "el miserable" que consiste en que si no te toca nada en ese turno y no ha salido un 7, te llevas una moneda. En tu turno, por 3 monedas puedes comprar el recurso que quieras.
Me tocó el último pero me coloqué muy bien. Antonio fue el primero y sufrió de lo lindo al igual que Ana, que pronto se vieron encerrados. Ana y yo tuvimos una bonita guerra por tener más caballeros que nadie en el tablero y al final solo sirvió para que nadie se llevara un solo punto por ellos.
Ramón tuvo un crecimiento muy rápido y pronto se plantó en 12 puntos con la carretera más larga, pero en un golpe de efecto, conseguí montar una Catedral y quitarle la carretera más larga a Ramón, ganando la partida. Eso sí, tras haber estado llorando y protestando amargamente por la regla de no poder cambiar recursos por mercancía, je je je.
Así que me dieron el título de llorón y cerramos el chiringuito hasta la siguiente semana, que al día siguiente había que currar!!
Hasta otra!!
Hidrataros mucho que vienen olas (de calor) :-)
Salu2
Mario