Y ya por último jugamos al Catán 3D, Antonio, Nino, Ramón y yo. Teníamos muchas ganas de jugar un "Catán a muerte" en la terracita. Hacía muy bueno y todo apuntaba a una partida épica.
A mí el juego en 3D no me gusta mucho, la verdad. Es precioso y todo lo que tú quieras, pero pierdes de vista algunas piezas que se esconden tras algunas piezas del tablero, sobre todo las montañas. Las carreteras se camuflan demasiado con las piezas, pero eso sí, queda súperchulo.
Otra cosa que no me convence mucho son las fichas trasparentes de los números. ¿Porqué tienen que ser transparentes? Así no hay manera de ver claramente los números. Creo que las tendrían que haber puesto un poco opacas. Quedarían mejor, sin duda.
No voy a explicar las reglas de este juego ya que todos las conocemos de sobra. Eso sí, puntualizar que en casa de Antonio y Ana, se juega con "sus reglas". Algo que ha dado mucho que hablar en muuuuchas noches. Jugamos con la expansión de Ciudades y Caballeros.
Me tocó "la suerte" de ser el primero. Siempre he estado en contra del sistema de colocación de pueblos y ciudades. Creo que es enormemente injusto para el primer jugador, y claro, así me fué. Nino fué el último.
¿Parece una pizza verdad? |
¿Se ve el 4? |
El caso es que ya desde el principio se presagiaba la tragedia. No me quedó más remedio que poner mi ciudad al lado del desierto y conectada a un campo de trigo y otro de ladrillos. Vamos que me iba a forrar a cereal y ladrillos pero no iba a pillar ni una carta de desarrollo, craso error. Tenía buenos números, 6, 5, 10 y 11. Nino se colocó en dos sitios con el 8 y el resto repartidos. Antonio y Ramón apostaron por mi 11 y algunos otros 4 y 6.
El caso es que en 7 u 8 rondas ya habíamos perdido Antonio y yo nuestra ciudad. No paraba de salir el 8 y Nino se forraba a cartas y las perdía también en cuanto salía un 7. Ramón intentaba contener el avance de sus caballeros, pero poco le duró.
Antonio, hizo un cambio estratégico del 9 por el 5 en un campo a ver si había más suerte pero nada. Antonio y yo ya habíamos abandonado la idea de construir caballeros y luchábamos por recuperar la ciudad. Nino protegía 5 ciudades y Ramón 3. Vamos, que no hacía ninguna falta. Que se pelearan ellos.
En la terracita tan agustito |
Ramón creó una segunda ciudad justo antes de que llegaran los bárbaros y calculó mal el número de caballeros. Resultado -> ciudad fuera. Vaya careto que se le quedó.
Por entonces Nino ya arrasaba y el 8 no dejaba de salir. Yo conseguí recuperar mi ciudad y construir un pueblo. Antonio ya tenía también su ciudad y Ramón llevaba 2 ciudades también. Y casi sin darnos cuenta, Nino ganó. TENIA 16 CARTAS EN LA MANO (y yo 3).
MI TESOOOORO! |
Fué un paseo para Nino. Había conseguido uno o dos puntos con los caballeros, ganó otro por la cara con una carta, tenía la carretera más larga... en fin, una masacre. La partida creo que no pasó de los 50 minutos.
Resultado final; Nino 13 (y porque dejamos de contar), Ramón 7, Antonio 6 y yo un lamentable 4.