Por quinto año consecutivo hemos conseguido celebrar este Clasificatorio. Con 33 participantes inscritos (9 reservas), finalmente fuimos (sí, yo he jugado) 24 jugadores, ya que fallaron 10 personas y finalmente tuve que jugar para ser 24, número ideal para 6 mesas de 4.
Devir nos facilitó 7 Catan, así que en esta ocasión no hubo que poner ninguno por nuestra parte.
Puntual como siempre, a eso de las 10:00 me planté en el bar a prepararlo todo. Allí estaba el primer participante, Víctor, que me ayudó muy gentilmente a montar los tableros que traía preparados de casa, contar cartas y fichas.
Los jugadores estaban convocados a las 10:30, pero a eso de las 10:45 y tras avisar por email a los que faltaban, decidí comenzar con los reservas que habían venido y yo mismo. Me da mucha pena pues algún reserva no vino pensando que era imposible que tuviera plaza.
Así que como suele ser ya habitual, comenzamos cerca de las 11:00.
Así que como suele ser ya habitual, comenzamos cerca de las 11:00.
El campeonato se jugó con una fase clasificatoria en la que se clasificarían (valga la rebuznancia) 8 participantes.
El formato de primera partida con lugares aleatorios (se pidió a los participantes que habían venido juntos que se sentaran separados) y las dos siguientes sentándose los 4 mejores en una mesa, los 4 siguientes en otra y así sucesivamente. No es realmente un Suizo, pero bueno, es mi forma de hacer el torneo. La verdad es que es muy mejorable porque se hace muy duro para los ganadores, así que el año que viene igual me lo pienso y lo hago todo aleatorio, como me había sugerido Devir. En fin, Alea Jacta Est.
Habría dos plazas para el nacional, pero solo un premio. Una caja enorme del juego Seafall, que pesaba una barbaridad.
Este año me curré los tableros a base de bien. El tablero de la primera partida tenía la característica de que ningún puerto coincidía con su recurso:
El formato de primera partida con lugares aleatorios (se pidió a los participantes que habían venido juntos que se sentaran separados) y las dos siguientes sentándose los 4 mejores en una mesa, los 4 siguientes en otra y así sucesivamente. No es realmente un Suizo, pero bueno, es mi forma de hacer el torneo. La verdad es que es muy mejorable porque se hace muy duro para los ganadores, así que el año que viene igual me lo pienso y lo hago todo aleatorio, como me había sugerido Devir. En fin, Alea Jacta Est.
Habría dos plazas para el nacional, pero solo un premio. Una caja enorme del juego Seafall, que pesaba una barbaridad.
Este año me curré los tableros a base de bien. El tablero de la primera partida tenía la característica de que ningún puerto coincidía con su recurso:
En esta partida no gané por poco y me quedé con 9 puntos y a punto de ganar si me hubiera salido un punto en 3 cartas de desarrollo que pillé. Bueno, tenía opciones.
Tras la primera partida y un breve receso comenzamos la segunda alrededor de las 12:30 con el siguiente tablero
Como se puede apreciar, este tablero es todo lo contrario al anterior. Todos los puertos coinciden con su recurso.
En esta partida la cagué estrepitosamente y perdí con 5 miserables puntos. Prácticamente me podía dar por descalificado.
Como se puede apreciar, este tablero es todo lo contrario al anterior. Todos los puertos coinciden con su recurso.
En esta partida la cagué estrepitosamente y perdí con 5 miserables puntos. Prácticamente me podía dar por descalificado.
Y tras una última pausa, más corta, como a las 13:30 comenzamos la última ronda con el siguiente tablero.
Recuerdo estar en casa pensando... ¡qué bien me lo voy a pasar viendo la cara de la gente con este tablero! Y va y resulta que me toca jugarlo. Cosas del Karma.
Como se puede ver todos los puertos coinciden con sus recursos que además están pegados a ellos.
Bueno, pues no me fue nada mal, gané la partida.
Normalmente habría hecho un filtro y solo pasarían 4 jugadores, pero este año decidí hacer 2 finales, para que el ganador de cada una de ellas se llevara una plaza.
Así que cogí a los 8 mejores jugadores y coloqué a los pares en una mesa y a los impares en otra. Sin embargo hicimos un pequeño cambio pues dos personas finalistas que habían venido juntas jugaban en una mesa y ellos mismos propusieron cambiarse por aquello de no levantar suspicacias. Como me pareció una medida de lo más apropiada, pues así lo hicimos.
Mientras tanto, los demás participantes se negaban a irse y alguno se lanzó a aprender a jugar a Ciudades y Caballeros...
Tras una deliberación acerca de si jugar inmediatamente o dar una pausa para comer, decidieron jugar inmediatamente (como todos los años) y comenzamos las partidas ya bastante tarde, como a las 15:15 aproximadamente.
Para esta última partida usamos otro tablero, que hice al azar en mi casa con ayuda de un programa para que las fichas estuvieran ponderadas entre los materiales. Este fue el resultado.
Aquí los 8 participantes...
Una partida acabó relativamente pronto, mientras que la otra se enganchó de lo lindo y no acabó hasta las 16:30 (más de 1:30 horas). He aquí los tableros finalizados.
Así que ya teníamos ganadores. El juego se decidió para el jugador que había sacado más puntos con respecto a los demás jugadores, así que Juan se llevó el juego y la plaza, mientras Víctor solo la plaza.
¡¡Enhorabuena a los ganadores y suerte en el Nacional!!
Una vez más agradecer a Paco, dueño del Bar el Buho de Pozuelo su interés y cesión del espacio para celebrar este y los anteriores torneos y por supuesto a los participantes del mismo
¡¡Hasta el año que viene si Dios quiere!!
Por cierto, si alguna de las personas que aparecen en esta entrada desea ejecutar su deseo de que no aparezca su nombre o imagen, le ruego se ponga en contacto conmigo para borrar los datos personales que estime oportuno.
Salu2
Mario
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