Eran las 21:00 horas cuando la Investigadora Mandy Thompson (yo), el Mago Dexter Drake (Ramón) y el Fotógrafo Darrell Simmons (Oscar), recibieron la noticia de que Yig había entrado en cólera y estaba despertando de su letargo. Rápidamente fueron a sus lugares de origen y se prepararon para la aventura que se les avecinaba.
Vaya, parece que ha habido suerte, con todos los monstruos salvajes que hay por ahí y nos toca Yig, que no es de los más fuertes. Presiento que la noche será larga pero venceremos, dijo Mandy.
Como en anteriores ocasiones, fueron abriéndose portales y pronto hubo que tomar determinaciones ya que Yig había abierto ya 4 portales. Fue entonces cuando empezaron los problemas. Darrel tenía un rifle y se sentía poderoso así que se fue contra un Semilla Estelar que estaba en plena calle atemorizando a los ciudadanos y claro, le reventó. Se quedó sin resistencia y fue directo al hospital tras una arriesgada operación por parte de los sanitarios. En el combate perdió el agua bendita, un anticipo del banco y bastante dinero. Se le quitaron las ganas de combatir. Sin embargo consiguió conservar su rifle.
Mandy por el contrario se lanzó a cerrar y sellar un portal pues tenía 5 pistas en su poder, pero le costó bastante. De hecho, tuvo que gastar una pista antes de entrar y desviarse a Isla Ignota para recuperarla. Posteriormente se coló en el portal y al salir, tras tres intentos y escapar de algún que otro monstruo que vigilaba el portal, consiguió sellar. Por aquél entonces Yig ya había abierto 6 portales y los monstruos campaban a sus anchas, menos mal que por esa época Regresaban Los Días Felices y el nivel de terror no aumentaba desde hace tiempo. Los monstruos en las afueras se acumulaban pero desaparecían misteriosamente.
Por su parte, Dexter intentó cerrar varios portales y quedó atrapado en el espacio y en el tiempo. Su cordura se perdió y loco perdido acabó en el manicomio y sin apenas fuerza. La situación se complicaba. Sin embargo consiguió ser bendecido, al igual que Mandy y se cargó a varios monstruos del tirón, no había quién le parara!
Yig estaba a punto de despertarse, con casi 9 ojos abiertos, pero tras 3 turnos, los héroes consiguieron cerrar varios portales. Solo quedaba 1 portal abierto. Si se cerraba ganábamos.
Sin embargo era muy tarde, Yig despertó finalmente abriendo un portal en el Cementerio y nos atrajo hasta su ser para responder ante él.
Poco podíamos hacer, ya que Dexter y Darrell estaban malditos y yo solo tenía la cordura mínima para enfrentarme al monstruo. Cualquier error sería fatal. Sin embargo contábamos con la ayuda del rifle de Darrell y de algún otro artilugio de Dexter que atacaban con hasta 5 puntos cada uno de daño. Mandy, sin embargo, solo disponía de un triste cuchillo con el que solo podía hacer 1 de daño. Nuestra ventaja estaba, sin embargo en nuestra velocidad que subimos al máximo y nos salvamos en varias ocasiones de los ataques de Yig.
Pero en un descuido, Darrell fue abatido por Yig y quedaron Mandy y Dexter contra la bestia. Ya habíamos reducido su fuerza al 30% cuando Dexter también fue ejecutado, es lo que tiene la maldición.
Pero Mandy golpeaba con fuerza de 1 en 1, así que a falta de 1 solo punto para ganar Yig... ganó. Mandy no pudo escapar con su velocidad y a las puertas cayó a sus pies. Arkham estaba perdida y nosotros también.
Yig con Mandy a sus pies. Lamentable final para nuestros héroes |
Peaso partida que nos marcamos ayer entre Ramón, Oscar y yo, ¿no ha quedado mal el relato verdad?.
La ocasión la pintaban calva, ya que Antonio y Nino se habían ido a ver a los Burning, donde yo también quería estar pero Dios aún no me ha otorgado el don de la omnipresencia, así que muy a mi pesar (bueno, no tanto), organicé la susodicha partida. Tenía muuuuchas ganas de jugar a este juego. Ana prefirió estar a su bola en casita en lugar de aceptar a dos frikis cuarentones en su casa, darles de cenar, aguantar a sus hijas y jugar al Arkham. Vamos hombre!!. Así que organicé la kedada en mi casa a eso de las 21:00.
La ocasión la pintaban calva, ya que Antonio y Nino se habían ido a ver a los Burning, donde yo también quería estar pero Dios aún no me ha otorgado el don de la omnipresencia, así que muy a mi pesar (bueno, no tanto), organicé la susodicha partida. Tenía muuuuchas ganas de jugar a este juego. Ana prefirió estar a su bola en casita en lugar de aceptar a dos frikis cuarentones en su casa, darles de cenar, aguantar a sus hijas y jugar al Arkham. Vamos hombre!!. Así que organicé la kedada en mi casa a eso de las 21:00.
Para más frikismo preparé la banda sonora de Batman y de Armaggedon como música ambiente. Imaginaros la cara de Ramón entrando en mi casa y ver el tablero desplegado, todo organizado a falta de escoger los personajes. En fin, todo un espectáculo.
La foto es del final de la partida, pero os hacéis una idea, ¿verdad? |
Este juego se le atraganta a Antonio, pero a Oscar, Ramón y a mí nos atrae, aunque reconozco que es duro de coj.. Una razón más para jugar y no "obligar" a Antonio (que nos habría mandado a hacer gárgaras y se habría puesto con su guitarra) a jugar al Arkham.
Esta es mi tercera o cuarta partida y he de reconocer que me ha encantado. Ya se nos van menos las reglas y, salvo alguna que otra trampilla, jugamos bastante bien. Joder, es que acordarse del entorno, evitar que se te muevan las fichas de las habilidades en la ficha del jugador y vigilar que nadie haga muchas trampas (porque es imposible no hacerlas), te entra un dolor de cabeza...
Realmente deberíamos haber ganado al monstruo, ya que apuntamos menos impactos de los que deberíamos haber apuntado, pero lo mismo que hicimos trampas al juego, el juego nos las hizo a nosotros y ganó.
Lo que más me gustó es comprobar que tampoco era tan difícil luchar contra él. Realmente pensé que nos destrozaría en segundos, pero resultó casi fácil reducirle la vida. Pero nuestra debilidad fue nuestra ruina. Deberíamos habernos cuidado la salud y la cabeza un poquito más. Tomaremos nota.
Yig, iremos a por tí pronto, de nuevo. No nos rendiremos!!!
Realmente deberíamos haber ganado al monstruo, ya que apuntamos menos impactos de los que deberíamos haber apuntado, pero lo mismo que hicimos trampas al juego, el juego nos las hizo a nosotros y ganó.
Lo que más me gustó es comprobar que tampoco era tan difícil luchar contra él. Realmente pensé que nos destrozaría en segundos, pero resultó casi fácil reducirle la vida. Pero nuestra debilidad fue nuestra ruina. Deberíamos habernos cuidado la salud y la cabeza un poquito más. Tomaremos nota.
Yig, iremos a por tí pronto, de nuevo. No nos rendiremos!!!
Salu2
Mario
PD: Antonio, de verdad, dale una oportunidad, está muy bien. Déjate llevar, de las reglas ya me ocupo yo.
Mario
PD: Antonio, de verdad, dale una oportunidad, está muy bien. Déjate llevar, de las reglas ya me ocupo yo.
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