THUNDERSTONE - 15/02/2013

    Ya estaba tardando esta reseña. Conseguí este juego en los Edge Days, por cortesía de Edge y los 20€ que costaba la entrada, claro. Bueno, el caso es que ya había jugado varias partidas con mi hijo Oscar y también con el iPad; pero no había encontrado oportunidad de "presentarlo en sociedad" con mi grupo de amigos.

    Para empezar, os dejo el unboxing que he hecho para que veais el contenido, aunque no hay mucho que ver, pero bueno. Es un juego de cartas, no busques figuritas ni nada por el estilo.

    Como habéis visto, todas esas cartas (nada menos que 530) se tardan un buen rato en organizar. Ya se lo podían haber currado un poco y haber separado las distintas cartas. Al principio no se me ocurría cómo cuadrarlas en la caja, pero finalmente y, tras muchas pruebas, decidí organizarlas como veis en la imagen siguiente.

    Enfundé todas las cartas, más que nada por probar, pero la verdad es que no me mola nada, pero desenfundar 530 cartas... casi que se van a quedar así, je je je.

    Bueno, al rollo. El juego es un Dominion avanzado y un poco más sencillo que el Rune Age. Es decir, es un juego de construcción de mazos. Coges 6 cartas, las juegas, las descartas y coges otras 6 cartas y así hasta el final del juego. La diferencia con el Dominion es que la temática está muy bien conseguida, eso sí, es temática fantástica, así que si no te gustan los Dragones, Clérigos, Guerreros, Elfos y demás fauna, este no es tu juego; aunque si le das una oportunidad, lo mismo hasta te sorprendes.

    El juego es muy simple, lo complicado es entender las cartas, pero una vez superado este punto, todo cobra sentido. Básicamente consiste en luchar contra 3 monstruos que aparecen en la mesa e intentar matarlos antes que los demás. Cuando lo matas (y a veces cuesta lo suyo), te llevas puntos de experiencia que te permiten mejorar tus guerreros.

     Lo chulo del juego es que al montar la partida puedes escoger o elegir al azar las familias de monstruos que habrá en el mazo de monstruos, también llamado Mazmorra (original, eh?). Los hay muy chungos como los Dragones y de chichinabo, como los Humanoides. Así que puedes construir o te puede tocar una Mazmorra de risa o un puñetero infierno, escogiendo 3 familias de las 8 posibles.

     Pero antes de entrar en batalla hay que equiparse, y para eso está la Aldea, que al igual que con la Mazmorra se construye con 8 tipos de cartas a escoger entre 19 diferentes, distribuidas entre aldeanos, armas, comida y hechizos. Al igual que con los monstruos, hay cartas muy potentes (y muy caras) o más ligeritas (y más baratas),

    Para matar a estas preciosidades cuentas con la ayuda "de serie" de unos Milicianos que los pobres hacen lo que pueden, pero en la Aldea puedes encontrar Héroes mucho más poderosos que los Milicianos que además pueden llevar las poderosas armas que haya en la Aldea. Al igual que con los mazos anteriores, se escogen 4 Héroes entre 11 posibles.

    Como ves, el juego es muy versátil y casi te asegura que cada partida sea diferente. Punto a favor.

    En tu turno puedes hacer 3 cosas:

• Eliminar una carta (aunque no lo parezca, eliminar un Miliciano puede ser muy útil)
• Entrar en la Aldea para:
• Comprar armas y objetos
• Subir de nivel un Héroe con los puntos de experiencia
• Entrar en la Mazmorra a darte de leches con un monstruo

    ¿Y cuándo acaba el juego? Bien, pues aquí es donde tiene sentido el nombre del juego, Thunderstone - Piedra del trueno. Al principio del juego se coloca entre las diez últimas cartas de la Mazmorra una carta especial que es la Piedra del Trueno. Una vez que aparece, el jugador que la consiga acaba el juego. Entonces se cuentan los puntos conseguidos por cada uno y de ahí sale el ganador.

    Hasta aquí la reseña, ahora mis comentarios y conclusiones.

    Como ya he dicho al comienzo, presenté el juego en sociedad el pasado viernes entre mi grupo de amigos a sabiendas que tendría aceptación por parte del público, pero cometí un grave error. Saqué las cartas al azar, en lugar de utilizar las recomendadas para la primera partida. Si queréis enseñar a alguien este juego haced caso a las reglas.

    Pues bien, resultó para la Mazmorra salieron las cartas de Humanoide, Dragón y Encantado. Las de Humanoide son muy flojitas, pero las de Dragón son muy duras. Además salieron casi todos los dragones al principio, por lo que nadie podía matar a ninguno y el juego parecía que no tenía sentido. Solo nos dedicábamos a ir a la Aldea, hasta que al final de muchos turnos, empezamos a eliminar monstruos.

    Los héroes que nos tocaron tampoco eran la caña de España, Amazona, Regiano, Feayn, Lorigg. En fin, un desastre. Si hubiera tenido un poco de vista, podría haber metido algún Héroe mazas y todo habría sido más fácil. Así que, si os vale de lección, seguid mis consejos.

    Nino y Ramón pillaron el truco al juego enseguida, pero Ana y Antonio tuvieron una pájara espectacular, hasta el punto de querer renunciar a jugar. Pero al final entre todos les aclaramos algunas dudas y pillaron el truco. Pasaron de !QUE TRUÑO! a ¡Bueeeeno, no está maaaaal! Creo que le podremos dar otra oportunidad.

    El juego me encanta, tiene infinitas posibilidades, ninguna partida es igual y una vez pillado el truco es bastante rápido. Eso sí, tiene una pega importante y es el cálculo de la fuerza de tu ejército. Sin tener mucha letra en las cartas hay que andar sumando y restando bastante, por lo que los errores pueden ocurrir fácilmente.

    Mi impresión es que es un juego en el que cada uno va a su bola y entre turno y turno tiene que calcular lo que va a hacer cuando le toque. Entre medias, poca interacción hay.

    Sin embargo, para suplir eso, existen reglas cooperativas muy interesantes que lo acercan más al Rune Age, que tanto nos gusta.

    Y por último tiene tropecientas ampliaciones, parecido al Dominion, para hacer el juego inmanejable, como el otro. ¿No tienes suficiente con 530 cartas del juego base?

    Ah! y también lo tienes para el iPad (y no sé si para otras plataformas) e incluso en Print and Play en la página de Edge. Pero a ver si tienes narices de imprimir, plastificar y recortar las 530 cartitas. No sé, tú mismo, yo prefiero comprarlo pero con la crisis que hay...

    Hasta la próxima!

    Salu2
    Mario