El viernes jugamos otra partida al Infiltration, esta vez entre cuatro; Antonio, Ana, Ramón y yo, ante el éxito de la semana pasada.
La partida trascurrió de forma muy diferente a la anterior. En esta ocasión, como ya sabíamos jugar (menos Antonio), todo iba más deprisa y rápidamente nos adentramos en las instalaciones con cartas especiales. Nos pulimos el primer piso con apenas 40 puntos en el dial.
Entonces la partida nos dió una sorpresa, ya que apareció un PNJ (no recuerdo ahora cual) que se iba desplazando hacia la salida llevándose todas las fichas que había en las habitaciones. Muy amable, la verdad.
Un poco más adelante, justo cuando ya llegábamos al segundo piso, apareció otro PNJ de Leah Bailey que estaba a dos habitaciones para pirarse y aumentar el dial en 20 unidades. Suerte que Ana sacrificó una de sus cartas que permitía cargarse a un PNJ de la habitación contigua y se cargó a la tipa esa.
Nos costó convencerla pues ella quería pirarse a dormir y claro, si dejaba escapar a Leah, se iban las dos a la camita (ummm) y nos dejaba puteados en medio de la instalación con 80 puntos de alarma. Vamos, una fiesta.
Así que Ana decidió activar un interfaz que la dejaba escapar de la instalación y largarse a dormir. En ese momento el dial estaba cerca de 70 puntos, Ramón se había encerrado en una habitación donde nadie más podía entrar gracias a un cacharro holográfico con al menos 10 fichas para descargar y Antonio seguía adentrándose en las instalaciones a ver si sonaba la flauta y encontraba la habitación secreta que le permitiría bajar al primer piso saltando muchas habitaciones.
Para entonces había salido otro PNJ, el Oficial Nelson que también escapa de las instalaciones hiriéndo a todo el que se cruza en su camino. Y a mí me pegó un tiro dejándome herido.
Suerte que la habitación contigua a la que estaba tenía un interfaz que me permitió salir de la instalación perdiendo 4 fichas, eso sí. El marcador indicaba 74 cuando me piré.
La suerte estaba echada. Antonio y Ramón estaban prácticamente atrapados a no ser que sonara la flauta de la habitación secreta, pero no sonó.
Decidieron seguir hasta darse con el muro de la última habitación y retroceder un par de habitaciones, poco más. Ahí acabó la partida.
Victoria para mí con 35 puntos frente a Ana con algo más de 10.
Y con esto y un bizcocho nos fuimos a dormir que estábamos todos muy cansados por la p... crisis y el currelo.
Salu2
Mario
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