Hola a todos. Ayer mismo se ponía a la venta este juego al que ya le tenía echado el ojo a través de la web de Edge y me fui directo a comprarlo, con la típica sensación de si estará bien o no, si le gustará a mi grupo de jugones, si no estaré tirando el dinero... en fin, lo típico.
Así que allí que me veis en mi tienda favorita - Generación X - donde lo había reservado horas antes. Con el mismo espíritu del juego llegué a la tienda casi cuando cerraban y salí con el prácticamente mientras se echaba el cierre. Y de allí, directo a casa de Antonio para probarlo.
Bueno, nos costó un poco abrir la caja, ya lo sé. Como podéis ver sobra muuuucho espacio. Tal y como suele ocurrir últimamente, parece que los editores se empeñan en hacer cajas grandes para juegos que cabrían en la mitad de espacio, pero bueno, ya estamos acostumbrados. A mí en el fondo hasta me empieza a venir bien. Cuando me voy de vacaciones utilizo una caja para meter 3 ó 4 juegos de este tipo.
En fin, al grano. Ya adelanto que es un juego superfácil de aprender. La verdad es que me había leído las instrucciones previamente y me parecía un tanto complicado, pero créeme, si las lees junto con las cartas preparadas, es muy muy fácil. Realmente sólo hay que seguir las instrucciones que hay en cada carta, poco más.
En fin, al grano. Ya adelanto que es un juego superfácil de aprender. La verdad es que me había leído las instrucciones previamente y me parecía un tanto complicado, pero créeme, si las lees junto con las cartas preparadas, es muy muy fácil. Realmente sólo hay que seguir las instrucciones que hay en cada carta, poco más.
Reglas: https://drive.google.com/file/d/1-cFy_GFQKhbkBWSjp4GTILHb2HyjR7AJ/view?usp=sharing
Primero realizas la preparación de las instrucciones, que básicamente consiste en colocar 6 cartas de habitación boca abajo del piso primero, que tienen una especie de luz azul, y luego otras 6 del piso segundo que tienen una luz amarilla. Por último se coloca una habitación secreta, con una luz roja. Hay 15 azules, 14 amarillas y 3 rojas, por lo que la rejugabilidad está asegurada.
Según las instrucciones, y como se aprecia arriba, hay que formar una V, pero claramente se adivina que con un poco de imaginación podemos modificar esto a nuestro antojo y, ni qué decir tiene, se puede ampliar el juego a base de bien, como ya nos tiene acostumbrados el Sr. Vaccarino, con paquetes de habitaciones diferentes por ejemplo.
Siguiendo las instrucciones se reparte un personaje a cada jugador, 4 cartas de acción (avance, retroceso, interfaz y descarga) y varias cartas de objeto que te permitirán matar jugadores, romper cerraduras, encontrar pasadizos, etc, etc... Todas las cartas vienen autoexplicadas, por lo que tan sólo tienes que leer lo que pone para saber cuál elegir.
Y aquí comienza el juego. El objetivo es simple, entrar en las instalaciones y robar información, cuanta más información mejor, y salir por donde has entrado, antes de que las fuerzas de seguridad lleguen al complejo. ¿Parece fácil verdad? Pues la verdad es que no.
Todo el juego gira en torno a un contador de proximidad que va aumentando de valor cada ronda. Cuando llega a 99, tienes que haber salido, si no, pierdes.
La información se representa en forma de fichas cogidas al azar que se colocan boca abajo en las habitaciones. Las hay que valen 1 punto, 2 puntos y 3 puntos.
Primero realizas la preparación de las instrucciones, que básicamente consiste en colocar 6 cartas de habitación boca abajo del piso primero, que tienen una especie de luz azul, y luego otras 6 del piso segundo que tienen una luz amarilla. Por último se coloca una habitación secreta, con una luz roja. Hay 15 azules, 14 amarillas y 3 rojas, por lo que la rejugabilidad está asegurada.
Según las instrucciones, y como se aprecia arriba, hay que formar una V, pero claramente se adivina que con un poco de imaginación podemos modificar esto a nuestro antojo y, ni qué decir tiene, se puede ampliar el juego a base de bien, como ya nos tiene acostumbrados el Sr. Vaccarino, con paquetes de habitaciones diferentes por ejemplo.
Siguiendo las instrucciones se reparte un personaje a cada jugador, 4 cartas de acción (avance, retroceso, interfaz y descarga) y varias cartas de objeto que te permitirán matar jugadores, romper cerraduras, encontrar pasadizos, etc, etc... Todas las cartas vienen autoexplicadas, por lo que tan sólo tienes que leer lo que pone para saber cuál elegir.
Y aquí comienza el juego. El objetivo es simple, entrar en las instalaciones y robar información, cuanta más información mejor, y salir por donde has entrado, antes de que las fuerzas de seguridad lleguen al complejo. ¿Parece fácil verdad? Pues la verdad es que no.
Todo el juego gira en torno a un contador de proximidad que va aumentando de valor cada ronda. Cuando llega a 99, tienes que haber salido, si no, pierdes.
La información se representa en forma de fichas cogidas al azar que se colocan boca abajo en las habitaciones. Las hay que valen 1 punto, 2 puntos y 3 puntos.
Comienza el jugador más joven, o el que tú decidas. A ver si ahora vamos a tener que hacer lo que digan las reglas, je je je. Ese jugador coge el dado y el contador de proximidad.
El caso es que hay que hacer 4 cosas en cada ronda...
1.- Escoger una acción u objeto. Todos los jugadores escogen una acción u objeto de su mano y la ponen encima de su tarjeta de jugador.
2.- Realizar la acción indicada en la carta de acción u objeto. Se hace por orden, empezando por el jugador que tiene el contador de proximidad.
Hay 4 acciones...
Avanzar - Tu personaje se mueve a la siguiente habitación. Si aún no ha sido dada la vuelta, se hace en ese momento y se lee lo que pone en la carta de habitación. Fácil.
Retroceder - Igual que avanzar, pero como los cangrejos, es decir, hacia la salida.
Interfaz - Ejecuta el texto que reza debajo de la palabra INTERFAZ en la carta de habitación.
Descarga - Con esta acción coges fichas de puntos de la habitación.
3.- Jugadores PNJ - Personajes No Jugadores. En algunas habitaciones aparecen personajes que, con instrucciones muy claras, se mueven en ese momento y hacen la vida imposible a los jugadores.
4.- Tirada del dado. Se tira el dado y se suma el valor sacado al medidor de proximidad.
Por último se pasa el medidor al jugador de la izquierda que pasa a ser el primero.
Dirás, bueno, hasta que llegue a 99... Pues pasa muy deprisa. A nosotros nos pilló de marronazo total, pero eso lo cuento luego.
Si a todo esto le añadimos que hay cerraduras secretas, trabajadores que guardan fichas extras de información, pistolas, trampas, etc... el resultado es un juego COJONU...DO, uy perdón.
En serio, nos gustó muchísimo.
Nos reunimos tan sólo Ana, Ramón y yo. En tan solo 15 minutos estábamos jugando y nos sorprendimos de lo fácil que era jugar.
Empezamos desperdiciando mucho tiempo en el primer piso, probando qué pasaba con las interfaces, con las cerraduras y descargando datos a saco. Iba tan rápido la cosa, que las primeras fotos de la partida las hice cuando el medidor marcaba más de 50.
Ya sé que la calidad es mala, no consigo acordarme de llevar una cámara buena y que el mantel ayuda mucho al efecto psicodélico, pero Ana es así. Tiene una preciosa mesa y un tapete que te pasas, pero no, tenemos que jugar con la mitad de la cena en la mesa y el mantel susodicho. Ana, te queremos.
En fin, que me despisto.
La foto es a mitad de partida. A esas alturas Ramón se había puesto las botas a descargar pues encontró un objeto que le permitía coger muuuchas fichas de un par de habitaciones.
Por otro lado, Ana decidió que le parecía chulo visitar la habitación secreta y activó el interfaz de una habitación que la llevaba a dicha habitación. Allí se puso las botas a descargar, pero se nos acababa el tiempo. Tuvimos una serie de tiradas desgraciadas y el marcador ya se puso en más de 60, así que había que salir pitando.
A partir de ahí fue una locura. Empezamos a retroceder y a tirar el dado.
Ramón llegó a una habitación donde quedaba un interfaz sin usar que le permitía retroceder 3 casillas y nos adelantó a todos. Ramón llegó a la salida con este marcador...
Estaba a dos casillas de ganar y había que tirar el dado dos veces. Ana y yo estábamos a 5 casillas, prácticamente imposible. Ramón tuvo suerte y consiguió escapara tras sus dos tiradas. Así quedó la partida con nosotros atrapados dentro, a dos casillas de la victoria.
Tampoco hubiéramos ganado. Ramón tenía un total de fichas descargadas mayor que nosotros, así que FELICIDADES RAMON, te saliste con la tuya.
En definitiva, como ya he dicho nos gustó mucho. Muy recomendable y rejugable. El juego es muy ágil, los turnos se suceden rápidamente, sobre todo al final, y tiene el punto justo de puteo y estrategia sin romperte la cabeza. Muy, muy, muy emocionante y divertido. A mí personalmente me hubiera gustado echar otra, pero se hizo tarde y jugamos a Las Cartas de Catán. También ganó Ramón.
Le auguro mucha mesa y posibles ampliaciones.
En cuanto a las cosas negativas, poco puedo decir, salvo lo siguiente y son particularidades muy personales...
La tapa encaja muy justa, de ahí lo que nos costó abrirla. Y sobra espacio, mucho espacio. Lo cual es bueno o malo, según se mire. Hay pocos materiales una vez destroquelados. Aquí dejo una imagen.
El caso es que hay que hacer 4 cosas en cada ronda...
1.- Escoger una acción u objeto. Todos los jugadores escogen una acción u objeto de su mano y la ponen encima de su tarjeta de jugador.
2.- Realizar la acción indicada en la carta de acción u objeto. Se hace por orden, empezando por el jugador que tiene el contador de proximidad.
Hay 4 acciones...
Avanzar - Tu personaje se mueve a la siguiente habitación. Si aún no ha sido dada la vuelta, se hace en ese momento y se lee lo que pone en la carta de habitación. Fácil.
Retroceder - Igual que avanzar, pero como los cangrejos, es decir, hacia la salida.
Interfaz - Ejecuta el texto que reza debajo de la palabra INTERFAZ en la carta de habitación.
Descarga - Con esta acción coges fichas de puntos de la habitación.
3.- Jugadores PNJ - Personajes No Jugadores. En algunas habitaciones aparecen personajes que, con instrucciones muy claras, se mueven en ese momento y hacen la vida imposible a los jugadores.
4.- Tirada del dado. Se tira el dado y se suma el valor sacado al medidor de proximidad.
Por último se pasa el medidor al jugador de la izquierda que pasa a ser el primero.
Dirás, bueno, hasta que llegue a 99... Pues pasa muy deprisa. A nosotros nos pilló de marronazo total, pero eso lo cuento luego.
Si a todo esto le añadimos que hay cerraduras secretas, trabajadores que guardan fichas extras de información, pistolas, trampas, etc... el resultado es un juego COJONU...DO, uy perdón.
En serio, nos gustó muchísimo.
Nos reunimos tan sólo Ana, Ramón y yo. En tan solo 15 minutos estábamos jugando y nos sorprendimos de lo fácil que era jugar.
Empezamos desperdiciando mucho tiempo en el primer piso, probando qué pasaba con las interfaces, con las cerraduras y descargando datos a saco. Iba tan rápido la cosa, que las primeras fotos de la partida las hice cuando el medidor marcaba más de 50.
Ya sé que la calidad es mala, no consigo acordarme de llevar una cámara buena y que el mantel ayuda mucho al efecto psicodélico, pero Ana es así. Tiene una preciosa mesa y un tapete que te pasas, pero no, tenemos que jugar con la mitad de la cena en la mesa y el mantel susodicho. Ana, te queremos.
En fin, que me despisto.
La foto es a mitad de partida. A esas alturas Ramón se había puesto las botas a descargar pues encontró un objeto que le permitía coger muuuchas fichas de un par de habitaciones.
Por otro lado, Ana decidió que le parecía chulo visitar la habitación secreta y activó el interfaz de una habitación que la llevaba a dicha habitación. Allí se puso las botas a descargar, pero se nos acababa el tiempo. Tuvimos una serie de tiradas desgraciadas y el marcador ya se puso en más de 60, así que había que salir pitando.
A partir de ahí fue una locura. Empezamos a retroceder y a tirar el dado.
Ramón llegó a una habitación donde quedaba un interfaz sin usar que le permitía retroceder 3 casillas y nos adelantó a todos. Ramón llegó a la salida con este marcador...
Estaba a dos casillas de ganar y había que tirar el dado dos veces. Ana y yo estábamos a 5 casillas, prácticamente imposible. Ramón tuvo suerte y consiguió escapara tras sus dos tiradas. Así quedó la partida con nosotros atrapados dentro, a dos casillas de la victoria.
Tampoco hubiéramos ganado. Ramón tenía un total de fichas descargadas mayor que nosotros, así que FELICIDADES RAMON, te saliste con la tuya.
En definitiva, como ya he dicho nos gustó mucho. Muy recomendable y rejugable. El juego es muy ágil, los turnos se suceden rápidamente, sobre todo al final, y tiene el punto justo de puteo y estrategia sin romperte la cabeza. Muy, muy, muy emocionante y divertido. A mí personalmente me hubiera gustado echar otra, pero se hizo tarde y jugamos a Las Cartas de Catán. También ganó Ramón.
Le auguro mucha mesa y posibles ampliaciones.
En cuanto a las cosas negativas, poco puedo decir, salvo lo siguiente y son particularidades muy personales...
La tapa encaja muy justa, de ahí lo que nos costó abrirla. Y sobra espacio, mucho espacio. Lo cual es bueno o malo, según se mire. Hay pocos materiales una vez destroquelados. Aquí dejo una imagen.
Los materiales son muy buenos para mi gusto. Las cartas son plastificadas, de las buenas. De esas que duran. Las hay de dos tipos; las habitaciones y cartas de personaje son muy grandes, algo mayores que una carta de baraja común.
El resto son muy pequeñas para mi gusto. Solo las había visto en el Ciudad de Ladrones. Personalmente no me gustan mucho, pero entiendo el tamaño. En algunos momentos hay que dejarlas junto a las habitaciones y por ello tienen que tener ese tamaño. El único problema es que las letras son muy pequeñas. Yo tengo buena vista, pero reconozco que cuesta leerlas. Cuando las cartas están en la mesa, lo mejor es que alguien las lea. Como te alejes mínimamente, no las lees bien.
Y poco más. Un juegazo. Exito entre Ana, Ramón y yo. No sabemos qué pasará cuando jueguen Antonio y Nino. Es más del estilo de Nino, pero creo que a Antonio tampoco le dejará indiferente.
Salu2