Y tras el Ciudadelas decidimos dejar el lado Friki a un lado y sacamos una baraja española. Sí, eso he dicho, una simple baraja española con sus 40 cartas y nada más. El motivo? Pues que la famila López, tras recibir un baño de agro-cultura por tierras de Extremadura, se trajo un sencillo juego de cartas llamado CURRIQUI y se empeñaron en que jugáramos un par de partidas.
He estado buscando y rebuscando por Internet y no encuentro nada de nada acerca de este juego, así que trataré de hacer la que creo es la primera reseña de este juego en Internet.
Es un juego muy sencillo y al que pueden jugar hasta mi ahijada de 6 años, que está hecha una experta.
Se barajan las cartas y se reparten 3 a cada jugador y 3 en el centro boca abajo. El primer jugador decide si cambia sus cartas con las del centro o les da la vuelta y se empieza a jugar. El primer jugador tiene la opción de dar un par de golpes en la mesa y "cerrar", con lo que se da una vuelta y al llegar a él se muestran las cartas y se cuentan los puntos (ahora lo explico, tranquilos!).
Bueno, a partir del segundo jugador y en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador puede cambiar todas sus cartas con las del centro o una carta de su mano con las del centro. Asi se sigue hasta que alguien cierra como he explicado antes...
¿Y cómo se puntua? Fácil. Las cartas tienen su valor, excepto el AS que vale 11 y las figuras que valen 10. Solo suman las cartas del mismo palo. Hay dos excepciones:
Si haces un trío o una escalera de 3 cartas del mismo palo, puntúas 30 puntos
Si haces un trío de ASES, haces CURRIQUI y todos los demás jugadores pierden un punto
Una vez se hace el recuento, el que menos puntos ha sumado se anota una derrota y cuando alguien llegue a 5 derrotas, deja de jugar. Así hasta que solo queda un jugador que es el ganador.
Bueno, pues echamos dos partidacas.
En la primera Nino fue eliminado el primero, luego yo y en la última jugada Ramón sacó los mismos puntos que Ana y Antonio, ganando Antonio que no tenía ninguna derrota apuntada, mientras que Ana y Ramón tenían 4.
En la segunda Antonio (ya con sueño) fué eliminado el primero, luego yo, después Nino y por último Ana ganó a Ramón en un reñido mano a mano.
Conclusiones:
Está chulo. No te rompes la cabeza más allá de recordar unas pocas cartas, pero a mi gusto dependes demasiado de la suerte. Eso sí, para pasar el rato sin complicarte y si encima hay niños es perfecto.
Me recuerda mucho al juego de las 31, al que jugaremos (¿verdad chicos?) y del cual haré una reseña.
Y a eso de las 00:00 aprox Ana decidió irse a dormir. Nos miramos Antonio, Nino, Ramón y yo y dijimos... MUS! HAY MUS!
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